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A modo de conclusión

Para concluir, se invita a la reflexión sobre cuatro aspectos de una acción micropolítica: sus efectos, el carácter político de los desarrollos efectuados, la interoperabilidad de las acciones entre sí y su teleología.

Efectos: Una estrategia acerca de las acciones micropolíticas implica priorizar unas acciones sobre otras. Independientemente de cuáles sean los intereses de los agentes impulsores de las acciones, han de elegirse actos locucionarios que generen efectos perlocucionarios que propongan hacer algo más allá que la mera clonación de los iniciales actos locucionarios. La propuesta ínsita en la acción micropolítica, por tanto, ha de ser la de hacer algo diferente además del mero decir. Y dentro de estos actos locucionarios que generen efectos perlocucionarios ha de optarse por acciones que generan cambios intra o extrasistémicos.

Carácter político de los desarrollos: Ha de prestarse especial atención a una nueva generación de tecnologías de la objetividad. La incorporación en el código informático de conceptos de las ciencias sociales es un fenómeno que ha de centrar nuestra atención como estudiosos y como activistas. Se trata de reflexionar sobre “la política de los artefactos” (Winner 2008, 55-81).

El desarrollo de estas tecnologías ha de realizarse por una comunidad técnica apoyada desde los no técnicos, mediante un procedimiento de creación abierto, replicable y sin ánimo de lucro: la apertura implica mostrar lo que se hace y sus resultados a medida que se van produciendo, así como permitir el disenso mediante las críticas y los forks del código; la replicabilidad exige que la información producida ha de poderse copiar y pegar sin restricciones o con las mínimas posibles y la inexistencia de ánimo de lucro busca evitar barreras económicas para acceder a la información o la existencia de sesgos por interés comercial.

En definitiva, se trata de explorar la máxima posibilidad en la expansión del conocimiento de la información eliminando a priori las barreras técnicas, jurídicas y económicas. La consecuencia es una información registrada colectiva de forma distribuida sobre la que existe consenso tácito. Se reputaría como válida la normatividad de una documentación prescriptiva con independencia de la naturaleza de la persona que la emitió, siendo indiferente, a efectos de validez, que el emisor sea el Estado o sea un colectivo de ciudadanos que estuvieran desarrollando, por ejemplo, un protocolo como el de las normas técnicas RFC que dieron nacimiento a internet, sobre las que se construye usando las anteriores RFC como axiomas previos. Por tanto, se trataría del viejo concepto de isegoría aplicado al sistema de procesamiento de información actual (Nadal y De la Cueva, 2012).

Al introducirse conceptos de las ciencias sociales en la tecnología, para poder responder a la pregunta de si la tecnología web tiene ideología, se ha de conocer previamente qué conceptos de las ciencias sociales y cómo se han introducido en el código. Tener la respuesta a qué conceptos y cómo se han introducido en el código nos permite conocer qué sesgos pueden arrastrarse en la planificación y desarrollo de tecnologías de la objetividad y, por tanto, de herramientas para una mejor democracia.

Interoperabilidad: Esta característica ha de impregnar las acciones micropolíticas que se diseñen. No sólo se trata de la reutilización de datos entre las diferentes acciones micropolíticas, sino la creación de una meta-acción sobre las demás acciones. Para promoverla, debe prestarse atención a los siguientes aspectos:

  1. Un especial cuidado de suprimir las barreras jurídicas que dificulten la libre transmisibilidad de sus contenidos. Se deberá utilizar información sobre la que se disponga de los permisos convenientes, así como se deberán otorgar los máximos permisos de reutilización a la información creada.

  2. Deberán utilizarse tecnologías (por ejemplo la web semántica) que hagan públicas las elecciones de categorías y relaciones realizadas por los desarrolladores de las acciones micropolíticas, no enterrándolas en tecnologías no transparentes como bases de datos o cualquier otro sistema de almacenamiento que utilice esquemas de categorías o relaciones no declarados públicamente.

  3. Deberá facilitarse al máximo mediante los mecanismos técnicos adecuados la reutilización de la información mediante el de APIs abiertas (De la Cueva, 2008) y la exposición pública del conocimiento generado incluso mediante la puesta a disposición de las bases de datos creadas por la acción.

  4. Deberá prestarse un especial cuidado al locus de la acción micropolítica utilizando para su almacenamiento, publicación, difusión, búsqueda y financiación sistemas no censurables unilateralmente. Deberá buscarse en la máxima medida una arquitectura propia o independiente.

Teleología: Cualquier desarrollo de una acción micropolítica debe estar presidido por las célebres palabras kantianas en respuesta a qué es la ilustración:

La ilustración es la salida del hombre de la minoría de edad causada por él mismo. La minoría de edad es la incapacidad para servirse del propio entendimiento sin la guía de otro. Esa minoría de edad es causada por el hombre mismo, cuando la causa de esta no radica en una carencia del entendimiento, sino en una falta de decisión y arrojo para servirse del propio entendimiento sin la dirección del de algún otro. ¡Sapere aude! ¡Ten valentía para servirte de tu propio entendimiento! Esta es la consigna de la ilustración.

En concreto, para poder generar por los ciudadanos una pragmática tecnológica cuyo objetivo sea el de la regeneración democrática, este hacer algo diferente además del mero decir ha de consistir, en algún momento, en la construcción de repositorios de procedimientos y datos abiertos sobre personas, órganos e información generada por tales personas utilizando los órganos de los poderes del Estado y sus órganos constitucionales, declarando públicamente la procedencia de los datos y permitiendo la falsabilidad tanto de su procedencia (Lebo et al., 2012 y Moreau et al., 2012) como, en su caso, de sus transformaciones.

Estos procedimientos y datos previsiblemente serán utilizados no sólo por los agentes de acciones micropolíticas sino por empresas y organismos públicos. Lejos de tratarse de un inconveniente, éste ha de ser uno de los objetivos:

Se trata de que los proyectos ciudadanos sean los gestores de la información nuclear del sistema político, lo que nos acerca a una redimensión de la democracia y al empoderamiento ciudadano a través de una nueva isegoría y el ejercicio de la pragmática (Nadal y De la Cueva, 2012).

Las acciones micropolíticas deben servir para cumplir la misma consigna de la ilustración: atreverse uno mismo a saber y poner los fundamentos para que lo que uno aprende sea no sólo conocido sino reutilizado por los demás, construyendo colectivamente una huella informacional desde la que diseñar sociedades más abiertas, participativas y democráticas y donde los derechos humanos sean los únicos dogmas posibles.